martes, 28 de agosto de 2007

LIZARRA GARAZI

En septiembre se cumplirán nueve años de la firma del pacto de Lizarra Garazi. Este, constituyó un momento histórico transcendental para el nacionalismo vasco en su conjunto, porque a través del mismo, se estuvo más cerca que nunca, de concretar los tan ansiados objetivos soberanistas del Pueblo Vasco.

La propuesta, se basaba en el método llevado adelante para resolver el conflicto Irlandés, y constituía una vía de diálogo, a la cual, se sumaba la tregua indefinida de ETA.

Quienes allí confluyeron, tenían muy en claro que el conflicto vasco era de naturaleza política y su resolución sólo sería posible por la misma vía, como así también, que los implicados en el mismo eran: la nación vasca y los estados francés y español. En este sentido, quedaba descartada la devaluada tesis del presidente Aznar, quién cuando se refería al problema vasco, lo caracterizaba como un simple problema policial.

Muchos son, los que afirman con un dejo de desprecio que Lizarra Garazi ha fracasado, y si bien lamentablemente no dio los frutos esperados, no es menos cierto, que desde ese episodio y hasta la actualidad, ha corrido mucha agua bajo el puente, y todo lo que vino después, no fue mejor. Como un claro ejemplo de lo antes dicho, podemos citar: el cierre de periódicos en Euskera, la aplicación de la ley de partidos, los juicios de la Audiencia Nacional, la duplicación de las penas de los presos vascos, la ley de símbolos, la tortura, la negación a dialogar, el avance de nacionalismo español, a partir de la aplicación de su máxima que se resume en impedir que el Pueblo Vasco pueda ejercer su derecho a decidir, la debilidad del bloque nacionalista frente a la consolidación del bloque constitucionalista español, el regreso de la violencia de ETA, la traición al pueblo navarro, entre otras, a lo cual, habría que agregar, la posible ilegalización de ANV.

Lizarra Garazi, constituye un antes y un después en la forma de afrontar el conflicto vasco. En este sentido, se deberá tener en cuenta de cara a implementar nuevas formulas para abordar el contencioso vasco. Todos los partidos nacionalistas, los agentes sociales, los sindicatos, y los representantes de la cultural, tienen la obligación reflexionar sobre lo ocurrido, y desechar las recetas violentas, como así también, las propuestas alejadas de la tradición histórica del nacionalismo vasco.

Es tiempo de que las ciudadanas y ciudadanos de Euskal Herria, decidan que marco político- jurídico quieren de cara al futuro, con el fin de garantizar los derechos de todas y todos. Para que esto sea posible, hay poner en marcha ya un proceso de participación política sin exclusiones, para que los vascos, puedan vivir en un país, donde se respeten los Derechos Humanos, como así también, todos los derechos civiles, políticos y sociales. En tal sentido, para lograr los objetivos antes enunciados, estoy totalmente seguro, que Lizarra Garazi se convierte en una referencia ineludible.

Prof. César Arrondo

Universidad Nacional de La Plata

Argentina

lunes, 27 de agosto de 2007

LAS COSAS CLARAS

Yo no he buscado la desautorización política de Josu Jon Imaz ni pensaba en él cuando me manifesté públicamente sobre lo que, bajo mi punto de vista, debía ser la traslación al nacionalismo democrático del debate en un partido. Si de esa reflexión sobre el reto del nacionalismo vasco en el siglo XXI alguien entendió que me inmiscuía en el debate de un partido que no es el mío lo lamento, porque en momento alguno fue esa mi intención. Mis manifestaciones fueron contestadas por destacados dirigentes del PNV con descalificaciones a las que evité contestar para no engordar una polémica que pudiese beneficiar a terceros. Creí que las posiciones habían quedado claras. Pero no ha sido así. Josu Jon Imaz ha elegido el campo del debate público para lanzar una directa andanada en mi contra. El presidente del PNV ha hecho uso de su libertad y nada hay que objetar por ello. Sin embargo, me pregunto por la razón de su interés en elegirme como centro de su desahogo -nunca le he visto tan crítico con nadie, ni siquiera contra los que insultan a diario al PNV- y llego a la conclusión de que he sido elegido como el chivo expiatorio y excusa para abordar cuestiones a debate en el seno de su partido.

Y no puedo aceptar que Josu Jon pretenda sostener sus reflexiones en una premisa falsa: la de asegurar que he demonizado el pragmatismo y la transversalidad. Simplemente no es cierto. Creo que mi dilatada trayectoria política avala que he encarado siempre con realismo todos los proyectos y todos los problemas. En todas mis responsabilidades, partidarias e institucionales, he intentado practicar un sano ejercicio de búsqueda de pactos y de acuerdos consciente de que, en muchas ocasiones, la política se convierte en el arte de lo posible.

Por eso, y como bien dice el presidente del PNV, no tuve la más mínima duda en respaldar el Estatuto de Gernika. Pero no ha buscado un buen ejemplo para intentar sacarme los colores. Recuerdo perfectamente el trabajo de la Asamblea de Parlamentarios Vascos para hacer posible un acuerdo amplio. Se logró con esfuerzo y entusiasmo. El mismo esfuerzo y prácticamente idéntico entusiasmo a los empleados por Carlos Garaikoetxea como presidente del Consejo General Vasco y Adolfo Súarez, en calidad de presidente del Gobierno español, para hacer entonces posible aquel pacto.

Ambos tuvieron voluntad de lograr el acuerdo y pusieron su empeño en ello. Lo que he criticado y critico es que mientras el lehendakari Ibarretxe, el Gobierno y el Parlamento vascos han defendido la necesidad de renovar ese pacto, los interlocutores en Madrid se han negado siquiera a intentar buscarlo. Por tanto, que nadie se equivoque. No abomino de la transversalidad, porque creo en una necesaria convivencia. Lo que deploro y denuncio es que los gobiernos de turno en el Estado no tienen ni la más mínima voluntad de llegar a un acuerdo. Han confundido el entendimiento con el obligado trágala a sus adversarios. Y eso no puede ser.

No puede ser que la apuesta por la transversalidad se exija sólo a unos y siempre a los mismos, a los nacionalistas vascos. No puede ser que se pretenda que el nacionalismo democrático sea quien ceda de forma permanente ante las exigencias del nacionalismo español. Lo transversal se transforma en una ficción cuando lo que en realidad supone es dar capacidad de veto a los partidos de ámbito estatal.

Jamás he identificado pacto con entreguismo. Son otros, fundamentalmente los partidos de ámbito estatal, los que entienden que el pragmatismo debe ser una especie de entreguismo al que yo me niego. Y no se trata de subir el listón sino de ser coherentes. Mi partido, Eusko Alkartasuna, ha definido con claridad cuales son sus objetivos y quienes militamos en él tratamos de ser leales al proyecto que hemos presentado a la sociedad. Entiendo perfectamente que el presidente del PNV no participe de las convicciones de EA, pero estimo cuando menos pretencioso que a los seguidores de EA se nos exija participar de la misma posición que defiende Josu Jon Imaz. Según lo visto, opinar de forma distinta a algunos de los dirigentes del PNV puede conllevar que se nos tache de exaltados o contradictorios.

Me resulta también curioso que se exhiba como ejemplo paradigmático de pragmatismo la estrategia de Nafarroa Bai y se pretenda contraponerlo a las posiciones de EA. Quizá convenga recordar que mi partido, por cierto segunda fuerza en importancia de la coalición, ha estado en primera línea de esa vocación de pacto que ha mantenido NaBai con el PSN y ante la que el PSOE se ha cerrado en banda. Sería deseable que quien tiene tan claro qué es el pragmatismo y la transversalidad, hasta el punto de situarme a mí en la antítesis de ambos conceptos, aclare si el señor Rodríguez Zapatero y la ejecutiva federal del PSOE han hecho en Navarra un sano ejercicio de pragmatismo para asegurarse una posición en las elecciones generales. También podría reflexionar sobre a dónde nos lleva ese pragmatismo.

Pero Josu Jon Imaz debe estar tranquilo. No aprovecharé esta exposición para realizarle examen alguno ni para marcar las preguntas que él debe responderse. Simplemente le recordaré que mi partido y yo mismo hemos planteado la necesidad de la confrontación demo- crática -por cierto, en ningún momento he hablado de desobediencia-, como legítima opción ante la negativa del Estado a buscar de manera conjunta una solución al conflicto político que vivimos. Esa negativa se hace patente desde hace años. No han sido los vascos quienes han faltado al compromiso que fue el Estatuto de Gernika. No han sido los vascos quienes lo han incumplido y quienes lo han saboteado. Esa es una realidad tangible, como lo es que un proyecto político como la propuesta de nuevo Estatuto, respaldado por la mayoría del Parlamento vasco, fue despachado sin debate alguno por el acuerdo PP-PSOE en el Congreso. Este es el ejemplo más claro de la confrontación política que ha existido y existe. La del Estado despreciando la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca expresada en su Parlamento.

El Gobierno vasco, los partidos que lo integramos ahora y quienes antes lo han conformado, llevamos años gestionando una situación delicada y comprometida. También Josu Jon, en su etapa como miembro del Ejecutivo. En muchas ocasiones gestionando la frustración que generan los desprecios del Estado. Pese a ello hemos buscado, y lo seguiremos haciendo, acuerdos que refuercen el autogobierno y nos permitan avanzar como país y como pueblo. Sin ir más lejos, el último programa de Gobierno recoge una serie de compromisos para, entre otras cosas, apuntalar los derechos que nos asisten como pueblo. No tengo duda de que el lehendakari Ibarretxe quiere que los llevemos adelante y está firmemente decidido a cumplirlos.

Soy de los convencidos de la necesidad de no defraudar a quienes han confiado en la propuesta realizada, teniendo en cuenta las condiciones en las que esos compromisos deben realizarse. Además, considero que afrontar los retos que tenemos pendientes servirá para fortalecernos como sociedad. Y creo también que el respeto mutuo entre fuerzas políticas diferentes es una pieza clave para asentar el pluralismo. Por eso me ha inquietado leer en el artículo que Imaz me dirige, en su calidad de dirigente de un partido tan sólido y necesario como el PNV, un intento de sembrar cizaña en EA. Presenta a unos dirigentes como razonables y a otros como radicales. Algo así como los buenos y los malos. Él sabe que en su partido y en el mío existe una rica pluralidad de posiciones que no deben utilizarse del modo en que él lo ha hecho. Conozco bien a Josu Jon y por ello me ha extrañado esa frase forzada en su artículo. No es su estilo y creo que no nos lleva a ninguna parte buena. Entiendo que más interesante y útil para el país que ambos amamos sería profundizar en la confianza y el trabajo conjunto, desde lo que son proyectos políticos diferentes.

Participo plenamente de la idea defendida por el lehendakari respecto al papel determinante que el eje PNV-EA desempeña en la política vasca. Tenemos por delante una gran tarea a desarrollar y como ejemplo me remito a los recientes acuerdos en Gipuzkoa y Araba. Me da la impresión de que artículos como el firmado por el presidente del PNV caminan en la dirección contraria, pero no seguiré alimentando una polémica que en ningún momento he propiciado. Sólo dejo las cosas claras.

Comparto con el señor Imaz el convencimiento de que el nacionalismo institucional debe ser el motor de nuestro país. Y a esa idea me acojo para continuar mirando hacia delante, porque es prioritario que podamos afrontar el logro de los objetivos pendientes. Incendiar disputas no es el afán que debe centrar hoy al nacionalismo democrático vasco. Esa es una estrategia equivocada de la que no voy a participar, aunque no renunciaré a defender mis ideas respecto al camino que en estos momentos y con la experiencia acumulada, debe recorrer el nacionalismo democrático vasco. Un camino que no pretende crear frentes ni reinstaurar una política de bloques, pero en el que tampoco podemos trasladar a la sociedad que aquí no pasa nada y que la relación con el Estado es perfecta. Un camino en el que la paz, la convivencia y el autogobierno son objetivos claves y por los que deberemos luchar sin ningún tipo de complejos.

Yo tengo esperanza en que nos podremos encontrar. Las reflexiones que se están produciendo en el seno del PNV y de EA nos llevarán a todos a clarificar posiciones y, sin duda, desde la defensa de nuestros respectivos postulados, no será difícil encontrar lugares de trabajo conjunto. Hasta el momento eso ha sido posible. Ese es mi empeño y espero que sea compartido.


JOSEBA AZKARRAGA RODERO

domingo, 26 de agosto de 2007

Ni contigo ni sin ti

Ni contigo ni sin ti

Año tras año, desde que hago uso de la memoria, las cuestiones relacionadas con Euskal Herria han servido para dar aliento al parón político estival. Este año, a falta de otras noticias, se ha cumplido la tradición mediática con los teletipos que llegaban de Iruñea.

Allí, en Nafarroa, en poco más de un mes, se ha abierto y cerrado el esperado y ansiado giro político para desbancar a UPN del Gobierno foral. Han sido 360 grados de actividad política para dejar las cosas justo en el sitio donde estaban, es decir, en las manos de una de las derechas más rancias de Europa.

Pocos podían prever el fiasco del PSN, al que ni el lustroso Puras ha conseguido devolver la dignidad que perdió con Urralburu y Otano. Su gesto de dimitir le ha salvado de la quema política a la que está condenado su partido, porque no hay nada más nefasto en política que mostrar debilidad e incapacidad.

Los electores perdonan todo, o casi todo. Incluso la corrupción o la mentira. Pero lo que va a costar olvidar es la espantada protagonizada por la sucursal navarra del PSOE, y sobre todo, lo que subyace en la negativa del partido de Zapatero a convertirse en alternativa a UPN. Después de todo, la derecha navarra ha vuelto a organizar un requeté político, mediático y de trastienda para advertir de las consecuencias del eventual acuerdo PSN-NaBai para quitarle el poder. Poco importa a los de Sanz que esa Navarra integrista y reaccionaria que profesan no se exprese en las urnas para darles la mayoría. Poco importa que la mayoría de los navarros y navarras no sean de UPN y no quieren que UPN les represente. Poco importa que las urnas hablen de progreso y en clave nacional vasca. Sigue el napartheid porque una minoría caciquil así lo impone con el «primo de Zumosol» español.

Por otro lado, en el oeste del país los acuerdos postelectorales en ayuntamientos y diputaciones han logrado dar con fórmulas de gobernabilidad aunque no se basen en la voluntad popular, pero ello no es suficiente para encarar el problema político, tal y como recuerda el consejero Azkarraga.

Lo cierto es que el Gobierno de Ibarretxe no sabe cómo acometer la acción política para materializar algo más que la pura administración, aunque la mayoría de la dirigencia jelkide no aspire a nada más que a servir en el papel de gestor de las cuentas reales.

Vuelve el manido tema de la consulta como amenaza para desestabilizar el ordenamiento constitucional si no hay acuerdo político entre el Gobierno central y el autónomo, pero ahora la contestación le sale al lehendakari desde sus propias filas, con lo cual la iniciativa ya no desestabiliza más que al propio PNV.

De esta manera, a día de hoy, territorialidad y derecho a decidir, cuestiones consideradas claves del conflicto vasco, salen a relucir por enésima vez, esta vez en su expresión más antidemocrática. La negación de la voluntad popular en sus diversas vertientes no hace mella en la credibilidad del Estado, que sí es capaz de neutralizar e incluso desgastar a quien sostenga principios democráticos en temas tan sensibles.

Dicho de otra manera, tal vez el conflicto vasco nunca haya estado tan bien enunciado en términos dialécticos, pero hace decenios que la estrategia de los agentes políticos y sociales vascos no era tan inocua. ¡Gran paradoja!

El problema vasco pierde fuelle no porque las razones hayan desaparecido, sino porque la capacidad de movilización popular pierde fuelle o el nivel de indignación de la sociedad es menor; en definitiva, porque han variado las condiciones subjetivas.

Buscar las causas sociológicas de tal cambio puede conducirnos al debate de si son galgos o podencos, toda vez que ninguno de los que honradamente nos consideramos independentistas renunciamos a nuestros apriorismos para explicar la situación: «los vascos y las vascas vivimos demasiado bien y ya no queremos exponernos», «hay cansancio por tantos años de lucha», «sin unidad abertzale la gente no se mueve»...

Por sí solo, este último argumento es suficientemente polémico y explica en buena parte la desazón de gran parte del mundo abertzale.

Cuando se habla de unidad, en realidad estamos utilizando un eufemismo para referirnos a la unidad de acción con el PNV. Para muchos sin el PNV no puede haber acuerdo con el Estado, pero la experiencia muestra que con el PNV el acuerdo es una quimera.

Los jelkides tomaron hace ya muchos años, una decisión que se ha tornado irreversible. En la transición optaron por hacerse un hueco al calor del Estado, una vida tranquila repleta de satisfacciones materiales; ahora todo lo que suponga cambio les parece que es hacerse el harakiri y, seguramente, visto desde la óptica del vividor no les falta razón: sin riesgo, no hay libertad posible.

Por lo tanto, si no se puede sin el PNV, con el PNV tampoco. El debate planteado en esos términos es y será siempre estéril. La cuestión bien planteada es qué podemos hacer, qué debemos hacer los que sí estamos dispuestos a comprometernos por la libertad de nuestro pueblo. Hace falta articular a medio plazo un proceso social suficientemente robusto para incomodar a los estados, suficientemente extenso para cambiar la correlación de fuerzas. En esa dinámica las prisas no valen, los pasos se dan uno a uno, uno detrás de otro, sin atajos. En los procesos sociales la cuestión clave es qué hacer para ganar adhesiones una a una.

Antton Morcillo Licenciado en Historia

lunes, 20 de agosto de 2007

ASI CANTA TAFALLA

MIRANDO HACIA EL HORIZONTE

MIRANDO HACIA EL HORIZONTE

Cuando se aproxime la llegada del otoño a Euskal Herria, se deberá retomar un tema fundamental para todos los vascos, los cuales, más allá de la diversidad de pensamientos, miradas y recetas propuestas, tienen en claro, que la resolución conflicto vasco, constituye la llave que abrirá la puerta que le permitirá al pueblo vasco comenzar a ejercer los derechos que le son inherentes como Nación. Cabe recordar, que hay una sociedad harta de la violencia de cualquier género y signo político, como así también, de no poder ejercer plenamente sus derechos, entre ellos, el derecho a decidir.

Culminan unas vacaciones, donde hemos podido observar que el nacionalismo español cierra filas prolijamente, en Euskal Herría o en Madrid, cuando sus intereses se encuentran en cierto peligro, como por ejemplo: el consenso político sobre la cuestión Navarra, la aplicación a raja tablas de leyes de excepción, el empecinamiento de hacer cumplir la ley de símbolos. Además, hasta realizan recomendaciones sobre que se debe hacer, como las expresadas en estos días por los socialistas Patxi López y Odon Elorza.

El bloque nacionalista se encuentra en pleno debate, ya que en los diversos partidos que lo componen (PNV, Batasuna, Aralar y EA), más allá de cumplir con sus normas estatutarias, las cuales establecen el normal recambio de sus directivas, discutirán también, las políticas que llevarán adelante con el fin de destrabar y avanzar, de la mejor manera, con el propósito de resolver el contencioso vasco.

Ha dicho y bien Ibarretxe, que los próximos años serán determinantes encontrar la solución al conflicto vasco, que el campo nacionalista debe ir creciendo con al incorporación de nuevas fuerzas, tal vez, no necesariamente en una plataforma electoral, pero si en la permanente búsqueda de consensos, los cuales, de última, han sido los que han permitido que las diputaciones de Alava, Gipuzkoa y Bizkaia, se encuentren hoy bajo el signo nacionalista. También ha manifestado el Lehendakari que el destino de los vascos, no se decidirá en Madrid, sino que, serán los vascos quienes en forma democrática y en ejercicio de sus derechos, pondrán normalizar y pacificar el país.

Muy bueno sería para el campo nacionalista, que se pueda instaurar una mesa de diálogo plural, sin exclusiones, con el propósito de sentar las bases de un acuerdo político. En este sentido, resulta más que necesario, que todos los partidos abertzales salgan fortalecidos de sus debates internos y convencidos de que el diálogo constituye la única herramienta que posibilitará visualizar un horizonte venturoso para Euskal Herría.

Prof. César Arrondo

Universidad Nacional de La Plata

Argentina

lunes, 13 de agosto de 2007

La solución en Navarra

Cronopiando
La solución en Navarra

Koldo Campos Sagaseta

La decisión adoptada por la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista de Navarra (PSN) de no apoyar la candidatura de Nafarroa Bai a la Alcaldía de Pamplona, para no coincidir con Acción Nacionalista Vasca, es de esas cantinfladas que si no estuviéramos vacunados nos llenaría de estupor. Los que habían hecho campaña “por el cambio” y habían comprometido su decisión de cambio tras las elecciones, ahora rizan el rizo de la estulticia, faltándose al respeto hasta a ellos mismos, con una salida como la descrita. Claro que, Acción Nacionalista Vasca sigue teniendo en sus manos la oportunidad del cambio en el ayuntamiento de Iruña. Sólo tiene que hacer pública su intención de votar para la alcaldía a la candidata de Unión del Pueblo Navarro, y actual alcaldesa, señora Barcina, con lo que el Partido Socialista sumaría, inmediatamente, para no coincidir con ANV, sus votos a la candidata de Nafarroa Bai.

Y como la misma UPN, por las mismas razones expuestas por sus correligionarios del PSN, tampoco aceptaría agregar sus votos a los de ANV, la diputada en el Congreso Uxue Barkos, de Nafarroa Bai, sería la nueva alcaldesa con los votos a favor de PSN, UPN y Nafarroa Bai, dejando a la Barcina, compuesta y sin novio, con el único apoyo de los dos votos de ANV.

Y ya, por aquello de aprovechar las circunstancias, oportuno sería que ANV, a través de sus dos concejales, exija al pleno del nuevo ayuntamiento aprobar una moción de condena al proceso de paz y al mantenimiento de cualquier diálogo y negociación con los violentos, ahora y siempre por los siglos de los siglos; y que proponga, igualmente, intensificar la construcción de aparcamientos en toda la ciudad y más gigantescas urbanizaciones con sus correspondientes campos de golf por los alrededores; y que ANV vote y secunde deforestaciones y polígonos militares; y que ANV vote y respalde la práctica de la tortura, el cierre de periódicos, el veto a emisoras; y que esos dos concejales de ANV voten y defiendan la donación de terrenos públicos a la Iglesia, la entrega, cuanto antes, a esa pobre institución de los bienes y el patrimonio navarro; y que ANV aplauda y promueva el tráfico de indocumentados y su miserable explotación en campos de labor de la Ribera; y que ANV proponga el cierre de los centros de jóvenes, la deportación del Olentzero, la quema del txistu; y que ANV vote y demande la señalización en español, la reconversión en castellano…

En fin que, en homenaje al Puras y al Sanz, que tanto monta monta tanto Don Miguel como Fernando, aquí les dejo un soneto de mi autoría que sigue siendo mi única manera de defenderme de tanto intelecto y delincuente.

Espárragos

¡Oh recia y sacra nobleza bizarra
de regia cuna que al cantar desgarra
la voz, el corazón y la guitarra
en el nombre de Dios y de Navarra!

¡A tu salud levanto yo mi jarra,
presto siempre a la jota y a la farra,
con un rosado fino que espatarra
de singular alcurnia y mejor parra,

que quien pudo vencer la cimitarra
del sarraceno con valor y garra
es digno de la gloria que abigarra

y el honor que prodiga y despilfarra
entre tantos modorros y caparras
que han hecho de Nafarroa su Navarra!

sábado, 11 de agosto de 2007

NAVARRA Y LA LEY PACCIONADA DE 1841


Navarra es el corazón de Euskal Herria, y lo que en ella suceda, fue, es y será clave, para poder lograr los objetivos soberanistas del pueblo vasco. Muy en claro han tenido en el Estado español esta realidad antes mencionada, con lo cual, desde el mismo, se han diseñado y puesto en marcha una infinidad de incitativas legales y políticas, con el propósito de mantener a Navarra y a sus ciudadanos y ciudadanas, lo más alejados posible del resto de los vascos de Hegoalde.

La finalización de la primera guerra carlista, será el comienzo de la secesión de Navarra del resto de los Territorios Históricos de Hegoalde. La ley aprobada el 25 de octubre de 1839, no hará otra cosa que negar los derechos del pueblo vasco, ya que si bien, se había acordado en el “Abrazo de Bergara” mantener los fueros, estos serán confirmados por la ley antes referida, para las vascongadas y Navarra, sin perjuicio de la unidad constitucional de la monarquía.

Un 16 de agosto de 1841, hace unos 166 años, una vez que Espartero obtuvo el poder, redactó la Ley Paccionada o de modificación de los fueros, la norma posee unos 26 artículos, por la cual, Navarra se convertía en una provincia española, ya que en adelante, se elegiría un gobernador militar como en el resto de las provincias españolas, la Justicia Navarra tendrá como última instancia al Tribunal Superior, los Municipios se organizarán sobre la base de las reglas e la Nación española, se pondrá en marcha un concierto económico, por el cual Navarra proveerá al tesoro de Madrid, se trasladarán las aduanas interiores hasta la frontera con Iparralde, y los navarros deberán prestar servicios de armas al Estado español.

Hoy Navarra, como Comunidad Foral, permanece separada del resto de los Territorios Históricos de Hegoalde, desde la puesta en vigencia de aquella perjudicial Ley Paccionada, aprobada del año 1841. Además, desde Madrid continúa siendo agredida, impidiendo su desarrollo cultural, económico y social, en definitiva, su democratización. Debemos tender puentes hacia Navarra, con el fin de ayudar a construir nación, recuperar la memoria histórica y producir el cambio que sus ciudadanos y ciudadanas demandan con el derecho que les asiste, como parte integral de la nación vasca.

Prof. César Arrondo

Universidad Nacional de La Plata

Argentina

miércoles, 8 de agosto de 2007

LECCIONES DE UNA NEGOCIACION

Lecciones de unas negociaciones

La decisión adoptada por la dirección del PSOE de entregar a UPN/PP el Gobierno de Nafarroa vetando los acuerdos alcanzados por el PSN con NaBai e IU ha supuesto terminar con las ilusiones de muchos navarros y navarras, así como ha propiciado un gran malestar en muchas personas que votaron de buena fe al PSN en las elecciones autonómicas del pasado 27 de mayo por el compromiso adquirido por este partido en la campaña electoral de que su voto iba a ser decisivo. " En Navarra, tú decides" prometieron y que con ello iban a contribuir a favor de un “Gobierno de Cambio” junto con NaBai e IU y dar por finalizado el período negro de los gobiernos de UPN/PP.

Después de unas negociaciones en las que NaBai supo dejar a un lado las legítimas aspiraciones que le correspondían como segunda fuerza electoral más votada - cediendo la Presidencia del Gobierno al candidato del PSN Puras que quedó tercero en la contienda electoral, así como haber aparcado para esta legislatura algunos aspectos importantes desde la perspectiva abertzale para facilitar el acuerdo con el PSN e IU - el PSOE, para no poner en riesgo el resultado electoral en las elecciones generales del año que viene, ha traicionado su compromiso y ha utilizado a Nafarroa y sus instituciones como moneda de cambio para aplacar a las "fieras" del PP y de los medios de comunicación controlados por la derecha que estaban acusando un día si y otro también que Nafarroa iba a ser la moneda de cambio utilizada por el PSOE y el presidente Rodríguez Zapatero para lograr la paz en Euskal Herria, cediendo al chantaje de ETA.

En honor a la verdad hay que decir que el PSOE es tan culpable como el PP de que en España muchas personas identifiquen lo vasco y, sobre todo, a los partidos abertzales con ETA y el terrorismo, ya que fue el entonces líder del PSOE y actual Presidente del Gobierno Español José Luis Rodríguez Zapatero quien propuso el denominado Pacto Antiterrorista que demoniza a las ideas abertzales, mencionando incluso en más ocasiones en su texto al PNV y EA que a la propia ETA. En el mismo sentido, el PSOE apoyó al PP en todo tipo de reformas legislativas que sonrojan en cualquier estado de derecho como son la denominada Ley de Partidos, etc, que han traído la ilegalización de Batasuna y otras marcas electorales como Euskal Heritarrok, etc, así como el cierre de periódicos y macroprocesos judiciales en los cuales se identifica con ETA a todo lo que huele a abertzale.

Por lo tanto no es de extrañar que ahora el PP, valiéndose del clima de crispación hacia lo vasco y abertzale existente en el seno de la sociedad española, acuse ahora también al PSOE y al Presidente Rodríguez Zapatero de connivencia con el terrorismo por haberse comprometido a impulsar el proceso de paz y normalización política. Exponente máximo de esta acusación del PP hacia el PSOE de connivencia con el terrorismo fue la manifestación organizada en Iruña hace pocos meses por el PP/UPN que produjo una gran indignación en el seno del partido socialista.

Por todo lo anterior, el PSOE - que tiene y ha alcanzado acuerdos de gobiernos de progreso con otras fuerzas nacionalistas similares a las representada por NaBai en Galicia, Cataluña y Baleares - ha preferido ceder ante el chantaje del PP y vetar el acuerdo alcanzado por el PSN con NaBai e IU por temor a que el PP siga acusándoles de connivencia con el terrorismo por haber alcanzado un acuerdo de gobierno con NaBai. No son conscientes en el PSOE, sin embargo, de que el PP va a seguir acusándoles de cualquier manera y que están contribuyendo a la pérdida de credibilidad de su propio proyecto en Nafarroa, así como en otras comunidades autónomas en las que el PSOE tiene acuerdos de gobierno con partidos nacionalistas .

Desde la perspectiva abertzale, todo el proceso de negociaciones de Nafarroa ha servido para fortalecer el proyecto de NaBai, al mismo tiempo que para ratificar la falta de credibilidad del PSOE y de Rodríguez Zapatero quien recientemente proclamaba que serían los socialistas navarros quienes tendrían la última palabra y la decisión sobre la gobernabilidad de las instituciones navarras. En el mismo sentido, tampoco tienen ninguna credibilidad las palabras y promesas de Rodríguez Zapatero cuando hace escasamente un año, en pleno proceso de paz y normalización política, decía que respetaría la decisión de los vascos, siempre y cuando estuviera en el marco de la legalidad. ¿Acaso el programa de gobierno acordado por el PSN, NaBai e IU no cabe en el marco de la legalidad? Abundando en lo anterior, ¿qué credibilidad tienen ahora las conversaciones mantenidas entre representantes del gobierno socialista y ETA sobre el proceso de paz, así como, por otro lado, entre el PSOE, PNV y Batasuna sobre la normalización política?

La alternativa a este segundo portazo por parte del PSOE a las decisiones adoptadas libre y democráticamente en Euskal Herria no sería, por supuesto, que los partidos y agentes abertzales apoyaran y dieran cobertura política a la estrategia armada de ETA - que ha demostrado su inutilidad para la consecución de objetivos políticos así como la validez para generar muerte, sufrimiento, odio y división entre los vascos - sino que sería la apuesta por la unidad de acción entre los partidos abertzales y la confrontación democrática con el Estado Español hasta que nos reconozcan, en la práctica, la capacidad de decisión sobre nuestro futuro, tal y como se reconoce en el documento de Downing Street en el proceso norirlandés.

Por supuesto que no tendrían, tampoco, ninguna credibilidad los pactos transversales con partidos nacionalistas españoles que hacen trampas y basan su estrategia política en la capacidad de veto en Madrid a las decisiones adoptadas democráticamente en Euskal Herria. La única alternativa sería, aprendiendo de los errores cometidos en el pasado y sin aceptar ningún tipo de tutela a ETA ni dar el control ni excluir a ninguna fuerza política, poner en marcha de manera URGENTE un acuerdo como el de Lizarra-Garazi.

Ello no significa que esté sugiriendo que los partidos abertzales, y el mío en concreto -EA- no puedan llegar a acuerdos con otros partidos de ámbito estatal – español, o francés- para impulsar políticas sociales, económicas y ambientales progresistas y/o el estrechamiento de relaciones a nivel político, social, cultural, económico, etc entre los diferentes territorios de Euskal Herria, así como para impedir la gobernación de las instituciones por parte de partidos reaccionarios que trabajan por incrementar la crispación política y la identificación del abertzalismo con el terrorismo .

Sin embargo, el mayor obstáculo para la unidad de acción entre los abertzales lo tenemos en casa, ya que - como muy bien decía recientemente Iñaki Aldekoa en una mesa redonda organizada por Euskaria en Getxo en la que tuve el honor de honor de participar junto con Tasio Erkizia, Jose Elorrieta y Txutxi Ariznabarreta- el hegemonismo es el cáncer del abertzalismo y, lamentablemente, está muy enraizado en todos los partidos abertzales, de tal manera que el PNV piensa que representa el conjunto del nacionalismo, Batasuna a toda la izquierda abertzale e incluso mi propio partido, EA, y Aralar se han pronunciado en más de una ocasión en el sentido de que son el referente del abertzalismo de izquierdas.

Afortunadamente, tenemos otros ejemplos de colaboración positiva entre abertzales como son Nabai, en Nafarroa, y Euskal Herria Bai, en Iparralde. Por lo tanto, pongámonos en marcha y a trabajar, en clave civil y democrática, quienes pensamos que no podemos esperar ni un segundo más. ¡Allá con su responsabilidad si algún partido sigue pensando que prefiere actuar en clave hegemonista!

Sabin Intxaurraga

domingo, 5 de agosto de 2007

A DONDE TE LLEVAN EUSKALHERRIA

Junto al puente de Rontegi se asientan las fábricas Sefanitro y Befesa, antaño piezas notables del tejido industrial de la provincia. En 1996, Villar Mir, propietario de Fertiberia, se hace con Sefanitro con la promesa de invertir para su reflote. Asimismo, convence a los sindicatos para que le ayuden (mediante el establecimiento de un convenio) a eliminar las pensiones de sus jubilados. Tiempo después, Fertiberia procede al cierre de la planta, obviando cualquier posibilidad de invertir en ningún otro lugar: todo ha sido un camelo.

Un grupo de personas vinculadas al sector de la construcción, adquiere a Villar Mir los terrenos de Sefanitro por la cantidad de 42.000 millones de pesetas. Se crea Iurbentia S.A., entidad promotora.

El presidente de Iurbentia es Javier Fernández, íntimo amigo de Florentino Pérez. Consejero delegado de Iurbentia es un tal Emilio Prieto Pe, abogado; y secretario del consejo de administración es Fernando García Macua, también abogado.
Fernando García Macua (aspirante a la presidencia del Athletic) y Emilio Prieto Pe (aspirante a la vicepresidencia) son, asimismo, accionistas referenciales de Iurbentia.

En los terrenos de Sefanitro están previstas un área comercial y 2.000 viviendas: 700 de protección oficial y 1.300 de venta libre. Aproximadamente 200 de estas 1.300 libres se ubicarán en uno (o dos) rascacielos de construcción cara. Como el precio que se ha pagado por el suelo es alto, y la cantidad de VPO notable, se trata de una operación de riesgo.

Es decir, que Javier Fernández, Fernando García Macua, Emilio Prieto... olfatean peligro. Para minimizarlo, podrían jugarse varias bazas, una de las cuales consistiría en una batería de amplias gestiones en el Ayuntamiento de Barakaldo, y otra, en tratar de introducirse en la actuación urbanística más fuerte de la Villa: el Plan Basurto-Olabeaga, plan que no sólo contempla el nuevo San Mamés, sino que incluye derribos varios, el propio campo, viaductos, variantes, parkings, edificios universitarios...

¿Y no será que para conseguir participar en el Plan Basurto Olabeaga desde una posición de fuerza, este colectivo de constructores amigo de Villar Mir y Florentino Pérez, apoyado por un grupo mediatico, pretendiese el asalto a la presidencia del Athletic?


Bartolomé Moreno, Bilbao
DEIA, 6 de julio de 2007




Imaz y Egibar también se pelean por el Athletic… con la vista puesta en los ladrillos de San Mamés [EL CONFIDENCIAL]


Asegura un dicho popular que en Vizcaya hay tres entidades intocables: el partido (en referencia al PNV), la Virgen de Begoña (la Iglesia católica) y el Athletic (el equipo de fútbol). Controlar al equipo de los leones es, por tanto, fundamental para los poderes fácticos de esta provincia. Y así parecen demostrarlo las recién convocadas elecciones a la Junta Directiva de los rojiblancos, que enfrentan a los dos sectores del PNV.

Por una parte, la candidatura encabezada por el abogado Fernando García Macua y, por otra, la que dirige el empresario Juan Carlos Ercoreca. Cada uno de ellos se ha rodeado de una serie de ilustres bilbaínos más o menos próximos a las dos ramas del PNV. García Macua, que parte como favorito, está alineado claramente con el sector oficial del partido nacionalista y cuenta con el respaldo del ex diputado general de Vizcaya José Alberto Pradera, uno de los grandes apoyos de Josu Jon Imaz.

En su candidatura también figura Emilio Prieto, el consejero delegado de Iurbentia, una constructora-inmobiliaria que mantiene una excelente relación con la máxima ejecutiva de los jeltzales y, especialmente, con José Luis Bilbao, el actual diputado general de Vizcaya y uno de los nombres que Imaz baraja como posible sustituto del lehendakari Juan José Ibarretxe. García Macua es, además, consejero delegado de Habidite, una empresa del grupo Iurbentia- Afer, que pretende poner en marcha fábricas de pisos en varios puntos de España.

Las malas lenguas de Bilbao dicen incluso que el principal accionista de este grupo constructor, Javier Fernández, es el auténtico hombre en la sombra de esta candidatura y que está tratando de seguir los pasos de Florentino Pérez, quien primero triunfó en ACS y después asentó sus negocios a través de la presidencia del Real Madrid. En juego están los excelentes contactos profesionales que proporciona el control de un equipo de fútbol, por no hablar de la próxima construcción del nuevo estadio del Athletic. Sigue, en cualquier caso, la tradición hispana que liga la presidencia de clubes con el éxito en el sector inmobiliario.

Juan Carlos Ercoreca, por su parte, ha recurrido a pesos fuertes del sector de Joseba Eguibar. Así, en su plancha figura Josu Bergara, el ex diputado general de Vizcaya que perdió el puesto por su apoyo a Eguibar. También se le ha unido José María Makua, primo del otro candidato e hijo de otro ex diputado general de Vizcaya al que en su día el PNV de Arzalluz premió con la concesión de los casinos de Bilbao y San Sebastián.

Por si fuera poco, cada uno de los candidatos ha tratado de recabar el apoyo de otros sectores políticos de socios. García Macua, a los más cercanos al PP. Ercoreca, a los de la izquierda abertzale. Esto último ha llamado especialmente la atención, por el hecho de que Ercoreca, que es propietario de una cadena de supermercados, llegó a figurar en su día en unos carteles de ETA en los que se le acusaba de no pagar el impuesto revolucionario. Pese a ello, este candidato se ha mostrado dispuesto a firmar una carta a favor de la existencia de una selección vasca de fútbol y en varias tertulias radiofónicas ha llamado a su contrincante por su primer apellido, tratando de resaltar su supuesto origen no vasco.


EL CONFIDENCIAL, 2 de julio de 2007

viernes, 3 de agosto de 2007

NAFARROA, Sabin Intxaurraga

A la vista de la decisión adoptada anteayer por el PSN, ahora veremos de manera más clara si el Presidente JLRZ y su partido están dispuestos a hacerse eco de lo que demandan sus bases partidarias de Nafarroa, así como una gran parte de la sociedad navarra que  apuesta por el cambio y dar por finalizado el período negro de los gobiernos de UPN/PP, o si por el contrario no tienen ninguna credibilidad las conversaciones mantenidas entre el PSOE y ETA , así como entre el PSOE, el PNV y Batasuna, sobre el denominado proceso de paz y normalización política, debido a que el Gobierno socialista y el PSOE utilizan Nafarroa como moneda de cambio para aplacar a las "fieras" del PP y los medios controlados por la derecha.

No creo que el PSOE se pueda quejar de la actitud de NaBai que ha dejado a un lado las legítimas aspiraciones que le corresponden por ser la segunda fuerza y aparcado algunos temas importantes para los abertzales en el programa de gobierno acordado entre el PSN, NaBAi e IU, con tal de propiciar un Gobierno de Cambio para impulsar políticas sociales progresistas, así como el reconocimiento de los diferentes sentimientos identitarios que coexisten en el seno de la sociedad navarara, etc.

Si el PSOE, tal como apuntan gran parte de los medios de comunicación, posibilita de nuevo un Gobierno liderado por UPN/PP en el que los abertzales seguirímaos siendo unos proscritos, quedaría en entredicho la credibilidad del PSOE y de Rodríguez Zapatero quien recintemente proclamaba que serían los socilistas navarros quines tendrían la última palabra y la decisión sobre la gobernabilidad de las instituciones navarras. En el mismo sentido, ¿dónde quedaría las palabras y promesas de RZ que hace escasamente un año, en pleno proceso de paz y normailización política, decía que respetaría la decisón de los vascos, siempre y cuando estuviera en el marco de la legalidad?. ¿ Acaso el programa de gobierno acordado por el PSN, NaBai e IU no cabe en el marco de la legalidad?.

La alternativa a un segundo portazo por parte del PSOE a las decisiones adoptadas libre y democráticamente en Euskal Herria, no sería por supuesto que los partidos y agentes abertzales apoyaran y dieran cobertura política a la estrategia armada de ETA, que ha demostrado su inutilidad para la consecución de objetivos políticos, así como la validez para generar únicamente muerte, daño y odio entre vascos, sino que sería la apuesta por la acumulación de fuerzas entre los partidos abertzales y la confrontación democrática con el Estado Español hasta que nos reconozcan la capacidad de decisión sobre nuestro futuro.

Por supuesto que no tendrían, tampoco, ninguna credibilidad los pactos transversales con partidos nacionalistas españoles que hacen trampas, ya que por un lado dicen que hace falta un gran acuerdo entre la mayoría de los partidos vascos, pero por otro basan su estrategia política en la capacidad de veto en Madrid. La única alternativa sería, aprendiendo de los errores cometidos en el pasado y sin aceptar ningún tipo de tutela, ni a ETA ni a ninguna fuerza política, poner en marcha de manera URGENTE un acuerdo como el de Lizarra-Garazi



Sabin Intxaurraga

MIL IKURRIÑAS, DE RAMIRO CARDONA



Mil ikurriñas
Ramiro Cardona

Los símbolos patrios son una cosa importante para mucha gente por diferentes motivos que en este momento no viene a cuento relatar, pero que todos entendemos. Así lo hemos visto a lo largo de la historia en el mundo y así lo hemos visto en Euskadi. Los vascos, nos hemos dado la Ikurriña bicrucífera blanca, verde y roja , amada sin discusión, en lo profundo de nuestros corazones.
Me supongo que la bandera española significará lo mismo para los españoles. Y aquí estamos otra vez, con los sentimientos confrontados. ¿Se puede amar a la fuerza a la bandera española?
No, no se puede amar a la fuerza, pero, los símbolos nacionales se pueden imponer a los vencidos claudicantes. La última y reciente sentencia del más alto tribunal español lo dice expresamente, la bandera española “deberá ondear por imperativo categórico“. Yo me supongo, la alegría que habrá causado esta sentencia entre los españoles. Por fin los vascos tienen que tragar la bandera, odiada ya en el franquismo y sino sufrir el implacable peso de la ley, como les gusta decir. Para los vascos las leyes españolas siempre son implacables.
Cumpliremos con lo establecido en la sentencia que para eso todas nuestras autoridades cumplen escrupulosamente la legalidad vigente. Y aquí es donde, muchos ya no estamos de acuerdo, ni legalidad vigente, ni cristo que lo fundó. Los sentimientos no se pueden imponer. Muchos vascos, por no decir todos los vascos, o sea los que queremos ser vascos, no nos mueve ningún sentimiento amable con la rojigualda, es más, es una bandera que por su imposición categórica la rechazamos en nuestro corazón. Y siendo los símbolos una cosa tan importante, como nos demuestra la sentencia del alto tribunal, nos encontramos ante un conflicto serio.
Este conflicto se ha visualizado a través de los años enmascarado a través de la “guerra de las banderas “ durante las fiestas de verano y es posible que ya esté en mente de mucha gente plantearse el reto un año más. Sin embargo la experiencia nos dice que el efecto mediático al día siguiente es contrario a nuestros intereses vascos, Palos, pelotazos, heridos, repartidos por los responsables que tienen la obligación de velar por la legalidad vigente. Eso no es bueno y además tiene el significado peyorativo de la derrota moral, su prensa así nos lo cuenta.
Yo propongo a los partidos vascos institucionales un acuerdo, que levanten las banderas españolas en sus más altos mástiles por imperativo legal, pero que convoquen al pueblo que ama la ikurriña a sus pies, armados con tantas ikurriñas como seamos capaces de reunir, como rechazo a la bandera española impuesta.
La respuesta y la noticia sería diferente. Mar de ikurriñas, mil o cinco mil, se enfrentan sin violencia a la española. Resultado, ellos cumplen su legalidad vigente, y la sociedad civil planta cara con sus sentimientos. Todos en su sitio y que cada uno cuente la feria como más le guste.
Nuestros políticos darían una muestra de valor, frente al Estado que nos impone e impide y estarían con los sentimientos más queridos de nuestro pueblo. Ante la imposición rebeldía.

¿Nos llamarán a la convocatoria de izada de la española en el Ayuntamiento de Bilbao las próximas fiestas o tendremos que autoorganizarnos por su cobardí ?
¡Planta cara a la española, acude con tu ikurriña al ayuntamiento! Podía ser el eslogan.

EMPECINAMIENTO ESPAÑOL

Indar Pilulak
Ametzazurra
.- Oscar Rodríguez, en nombre del PSE, dice tener la esperanza de que las propuestas que el Lehendakari Ibarretxe ha anunciado para el próximo mes de septiembre no sean en clave de ruptura, ya que ello dañaría la posibilidad de un entendimiento entre abertzales y autonomistas. Al mismo tiempo, conocemos la noticia de que el Tribunal Supremo obliga a las instituciones vascas a colgar la bandera española en todos los edificios oficiales, les guste o no.
¿Cree el señor Rodríguez que este tipo de imposiciones puede dañar la posibilidad de alcanzar un entendimiento entre abertzales y autonomistas? ¿Qué entiende el señor Rodríguez por “entendimiento”?

Vivimos en una perpetua perversión del lenguaje, en la cual la imposición por parte de los españoles de una nación y una soberanía que los vascos no queremos es “democracia” y “libertad”, mientras que la mera protesta contra esa imposición “divide peligrosamente” a la sociedad.

.- Mientras Josu Jon Imaz insistía, en el acto con que su partido conmemoraba el 112 aniversario de su nacimiento, en que la búsqueda de un acuerdo entre diferentes es el único objetivo legítimo para su partido, el señor López Garrido, por el PSOE, y el señor Zaplana, por el PP, le recordaban que ya puede decir lo que le dé la real gana, pero que lo único que vale es la Constitución, con su actual contenido y su actual interpretación, que impone una única nación posible, España, y una única soberanía posible, la española. De manera que PSOE y PP se felicitan de que el actual PNV se olvide de rupturas y se convierta en un fiel aliado de los partidos españoles, pero le dejan claro que, en lo referente a las cuestiones de la identidad nacional y la soberanía, no hay nada que consensuar, porque aquí mandan los españoles.

.- Los periódicos españoles están utilizando la retirada del ejército británico de Irlanda del Norte para hacer hincapié en la imposibilidad de comparar los problemas nor-irlandés y vasco. Según la prensa española, el hecho de que en el caso vasco el ejército español nunca haya tenido una intervención directa sobre el terreno, al contrario de lo ocurrido en Irlanda del Norte, sería la piedra de toque de esa imposible relación.

Tal vez podríamos responder a este acto de oportunismo dialéctico que la intervención de la Guardia Civil ha sido, y es, directa y controvertida en Euskal Herria, (que les pregunten a los familiares de Lasa y Zabala, de Arregi o de tantos otros que han sufrido en sus carnes dicha intervención) y que ese cuerpo forma parte del ejército español, es un cuerpo militar.
En el caso norirlandés, como en el caso vasco, el problema ha sido la imposición de una soberanía y una identidad nacional que una parte notable de la población –mayoritaria en el caso vasco- rechazaba. Por lo tanto, el conflicto es básicamente el mismo, por mucho que berreen desde el nacionalismo español. Sin embargo hay otra notable diferencia entre ambos casos: al contrario que los españoles, los británicos, en aras a conseguir una solución definitiva al problema que fuera justa para todos, aceptaron la existencia de un conflicto político centrado en la soberanía y la identidad nacional, y a partir de ahí reconocieron el derecho de autodeterminación, y su ejercicio, en condiciones pactadas por ambas sensibilidades, de la población de Irlanda del Norte.

Frente a esta posición, que ha hecho posible una solución estable en el caso norirlandés, los políticos españoles siguen negando la existencia de problema político alguno en el caso vasco, y siguen empecinados en imponer su soberanía y su nación a quienes no la quieren, haciendo imposible cualquier tipo de acuerdo político, como el propuesto por Josu Jon Imaz desde las posiciones más tibias del PNV, que pueda suponer una vía de solución. A estas alturas, este empecinamiento del nacionalismo español más extremo es el único combustible que mantiene en funcionamiento la maquinaria de la violencia terrorista de una ETA que, en lo social y en lo político, ya ha sido liquidada definitivamente por la sociedad vasca.

jueves, 2 de agosto de 2007

IMPOSICION DE LA BANDERA ESPAÑOLA

LA BANDERA ESPAÑOLA

El Tribunal Supremo ha rechazado un recurso presentado por el Gobierno Vasco, y la bandera española deberá ser colocada en los frentes de los edificios de gobierno de la Comunidad Autónoma Vasca. Cabe recordar, que hace 25 años que la norma está vigente y que no se cumple. Las fuentes indican, que el Tribunal Superior se ha apoyado en lo establecido en la Constitución española, la cual los vascos no votaron afirmativamente, como así también, en una ley de comienzos de la década del 80, aprobada en Madrid.


No hay dudas, que esta actitud forma parte del constante avance del nacionalismo español, y su doble discurso. Por un lado, se predica a los cuatro vientos que España es un Estado plurinacional y pluricultural, como así también, que se respetan esas singularidades. Mientras por otro lado, se ponen en marcha estas disposiciones aprobadas en Madrid, cuyo único fin, parece que es lograr aumentar la crispación política, como lo vienen haciendo a partir de otras medidas políticas y leyes de excepción, que se elaboran y aprueban en el Estado, para ser puestas en practica en los Territorios Históricos vascos.


Es difícil hablar sobre legalidad, en una Nación sin Estado, donde sus ciudadanas y ciudadanos no puede ejercer su derecho a decidir, y elegir libremente que futuro desean como sociedad y Nación. Para ello se utilizan argumentos ridículos, como la existencia de mayorías calificadas para acceder a ciertos derechos. En este sentido, si el pueblo vasco tuviera el pleno ejercicio de sus derechos, seguro que no aprobaría leyes que limitarán en su territorio el Euskera, el cierre de periódicos, la participación política, etc.


Quienes gobiernan en Madrid, ni siquiera han cumplimentado las transferencias acordadas en el fenecido Estatuto de Gernika del año 1979, a esta altura, lo de la bandera española en los edificios, constituye sólo una ofensa más al pueblo vasco. Sería mejor que pusieran esa energía en buscar una solución al conflicto vasco y permitir a quienes forman parte de ese milenario pueblo la posibilidad de construir un futuro soberano, para poder vivir en adelante: sin ETA, sin GAL, sin Tortura y sin imposiciones, y seguramente también podrán elegir cual será la bandera que deberá flamear en los Territorios Históricos vascos.


Prof. César Arrondo

Universidad Nacional de La Plata

Argentina









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miércoles, 1 de agosto de 2007

AUTODETERMINACION EN ESCOCIA

ENTREVISTA EN ETB
Alex Salmond: "Trabajaré duro por una Escocia independiente"
30/07/2007

El nuevo primer ministro escocés dice que quiere una Escocia independiente
en el seno de la Unión Europea. Preguntado sobre el conflicto vasco, Salmond
se ha mostrado prudente.
El primer ministro escocés, Alex Salmond, responde a las preguntas de ETBEl
primer ministro escocés, Alex Salmond, presentará en breve la propuesta de
su gobierno sobre el referéndum de independencia. El dirigente nacionalista
ha hablado con ETB y ha afirmado que defenderá esa opción.

Salmond es el primer jefe de gobierno nacionalista de Escocia. El líder del
SNP consiguió arrebatar el liderazgo a los laboristas en las elecciones del
pasado mes de mayo. A pesar de ello, se muestra optimista de cara a las
relaciones con Londres, ahora que esta al cargo el también escocés Gordon
Brown.

"A Blair no le gustaba yo y a mí él tampoco. Creo que eso lo comparte la
mayoría de los británicos. Me alegra de que se haya ido. Tengo mejor
relación con el nuevo primer ministro británico", ha admitido

Escocia independiente
Salmond formó gobierno en minoría. De los 129 escaños del Parlamento, los
nacionalistas cuentan con 47, tan sólo uno más que los laboristas. El
dirigente nacionalista contó con el apoyo de los Verdes (dos escaños) para
convertirse en primer ministro. Sin embargo, asegura que llevará adelante su
proyecto de convocar un referéndum sobre la independencia.

"Trabajaré duro para que Escocia se convierta en un país independiente.
Sabemos que hay gente que, sin llegar a la independencia, quiere más poder.
También incorporaremos estas posiciones en nuestra propuesta de gobierno
sobre la independencia. Considero que lo más importante es que los
ciudadanos de Escocia puedan decidir su futuro mediante referéndum. De eso
se trata la soberanía popular. Decidir su propio futuro es un derecho
inalienable de los escoceses. Hace algunos años se publicó un documento muy
interesante en ese sentido y Gordon Brown fue uno de los firmantes."

Para el primer ministro de Escocia, la Unión Europea ofrece un importante
marco de relaciones para sus socios más pequeños. En su opinión, Irlanda es
el ejemplo de lo que pueden alcanzar los países de menor tamaño dentro de la
Unión: "Creo que Irlanda es el mejor ejemplo. Es independiente pero tiene
mucha relación con Londres. Cuando entró en el seno de la Unión Europea,
Irlanda consiguió más libertad y luego ha experimentado un gran éxito
económico".

Preguntado sobre la política vasca, Salmond se ha mostrado cauteloso: "Creo
que deben ser los ciudadanos vascos quienes decidan su propia política. Eso
es lo que creo. Pero no me corresponde a mí, como político escocés, dar
consejos sobre cómo los vascos deben desarrollar su país y sus ideas".